Vuelta circular Renclusa-Aigualluts
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Hola!
Retomamos esta sección dedicada al Valle de Benasque para presentaros una sencilla excursión circular que una la Besurta, donde en verano llega el servicio de autobuses que parte del Vado del Hospital, el refugio de montaña de La Renclusa, principal punto de partida de la ascensión al Aneto, el Forau y Pllan de Aigualluts, hito del excursionismo del Valle y, de nuevo, cerrando el círculo, la Besurta.
Como dijimos en otra de las excursiones, para llegar a la Besurta, fuera del periodo 30 de junio-30 de septiembre, suele poder usarse el coche, si bien en época invernal, lógicamente, el trazado está cortado por la nieve y la presencia de pistas de esquí nórdico. En esa época de verano, y mayor afluencia, existe la opción de tomar un autobús que lleva a la Besurta, o bien subir andando utilizando o la propia carreterilla o un sendero, invirtiendo entorno a 1h más al recorrido, tanto a la ida como a la vuelta.
El recorrido, partiendo de la Besurta, toma el sendero hacia Aigualluts y La Renclusa que, pasado poco más de 10 minutos, se bifurca, debiendo tomar, a la derecha, el ramal hacia el refugio de La Renclusa. Se inicia aquí un ascenso algo más pronunciado, trazando numerosas herraduras en la ladera, entre praderas, pinos negros, rododendros y rocas calizas en las que se pueden admirar morfologías de karst, como los lapiaces (foto siguiente). Hay que señalar que, como recorrido circular, también puede realizarse en sentido opuesto al que señalamos, aunque consideramos que es más atractivo de esta forma.
Pasada escasamente 1h de recorrido, llegamos al refugio de La Renclusa. Allí podemos hacer una parada y comer algo para prepararnos para el tramo más empinado de la marcha. La Renclusa es el principal refugio de acceso a toda la cara Norte del Macizo de los Montes Malditos, y todos sus tresmiles, así como para excursiones menores más accesibles, como los Ibones de Paderna.
En La Renclusa también podemos ver la estación meteorológica que AEMet tiene instalada allí, como en otros refugios de montaña y que, además de su garita con el instrumental termométrico, tiene su pluviómetro, la manga de viento que ayuda a los pilotos de helicóptero y el jalón para medir las importantes acumulaciones de nieve del invierno. Justo encima del refugio, en una pequeño cero, también vemos un pluviómetro totalizador, fuera de servicio.
Igualmente, muy cerca de la Renclusa, podremos ver el Forau de la Renclusa, otra cavidad kárstica por la que se infiltran las aguas de los glaciares superiores, así como la ermita de la Virgen de las Nieves, horadada en la propia roca caliza.
Nada más retomar la marcha, tomamos la bifurcación hacia la izquierda, por un sendero a ratos no muy obvio, que gana altitud con rapidez buscando un pequeño collado que separa la zona de la Renclusa de la de Aigualluts, llegando en poco más de 25 minutos. En la parte superior, con unos centenares de metros más llanos, podemos apreciar, si nos fijamos, la zona de contacto entre las rocas graníticas que componen el macizo plagado de tresmiles y las metamórficas que dominan hacia el Norte.
Enseguida empezaremos un empinado descenso, en algún tramo algo resbaladizo, hacia el Pllan de Aigualluts, del que disfrutaremos de buenas panorámicas conforme nos acerquemos.
A paso tranquilo podremos invertir casi 45 minutos en realizar este descenso. Una vez en el Llano, si no queremos cruzar el río (cuidado con el caudal en algunas épocas del año) hay que remontar por la zona de la derecha en la foto (margen izquierda del río), usando un par de pequeños puentes en la parte final del llano para vadear sin problemas los torrentes.
Como sabéis, en la parte final del Pllan de Aigualluts se localiza una gran dolina por la que las aguas de los glaciares del Aneto, valle de Barrancs y de la Escaleta, se infiltran y vuelven a emerger en la zona del Valle de Arán, siendo la fuente principal de caudal del ato Garona. En la parte final del descenso hacia el llano, mirando las montañas que cierran la margen derecha, podemos ver claramente una faja de rocas más blancas que acaba en el propio Forau y, bajo las cuales, el agua infiltrada circula hasta encontrar su nueva salia hacia el Atlántico (foto siguiente).
Una vez en la zona del Forau, y su cascada, sólo nos queda tomar el sencillo sendero descendente hacia la Besurta para, en poco más de 30 minutos a paso tranquilo, acabar cerrando el círculo.
En total, unas 3 horas a paso constante, un rato más, claro está, si paramos en La Renclusa, el collado o el Pllan para retomar fuerzas y deleitarnos con las vistas. El recorrido, especialmente entre la Besurta y el Collado, salva casi 400m de desnivel positivo. En total el recorrido supera por poco los 7 km de distancia. El consejo de siempre, madrugar y llevar agua, aunque en esta zona es bastante frecuente cruzarse con pequeños barrancos que nos pueden aprovisionar. Unos bastones tampoco irán mal para el tramo de bajada.
El recorrido sobre plano y foto aérea es el siguiente:
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